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Etapa 4.

Salamanca
Calzada de Valdunciel


(17,1 kilómetros).

 

Dice adiós el viajero a la capital salmantina al tiempo que saluda a la comarca de La Armuña, el verdadero granero de la provincia. Las exageraciones de la ciudad borraron el primitivo tramo de la Vía de la Plata por lo que la ruta jacobea comparte sentido y firme con la carretera nacional que comunica Salmantica con Ocelo Duri, que bien podría ser la actual y vecina ciudad de Zamora. Se sale de la nacional para, por una pista, transitar por Aldeaseca de la Armuña, pedanía de la vecina Villares de la Reina, pese a que con sus 976 habitantes sea inmensamente más populosa que la gran mayoría de las localidades de la provincia.

Verá el caminante como la ruta desciende al encuentro del valle en cuyo lecho serpentea el arroyo de la Encina. Antes de cruzarlo se encontrará con el cerro de la Septa o La Seta, desde el cual hace siglos se pudo también vigilar esa parte del recorrido que transitaba por una de las arterias de comunicación de personas y mercancías más importantes de toda la Península Ibérica.

Una vez superado el arroyo de la Encina a través de un piso elevado de cemento, la ruta deja la estela de la carretera nacional y discurre durante varios kilómetros paralela a ella. A la izquierda se deja la localidad de Castellanos de Villiquera y, sin más alteración que disfrutar del paisaje y de la variadísima flora y fauna del lugar, se llega, por la calle de Santa Elena, hasta Calzada de Valdunciel.

El propio nombre declara culpable a esta localidad de relación consentida con la Vía de la Plata. El caminante entra prácticamente en la provincia de Salamanca por una Calzada, la Calzada de Béjar, y casi la abandona por otra, la de Valdunciel. Está este municipio estrechamente ligado con la ruta jacobea mozárabe. Lo está desde tiempos inmemoriales, como podría demostrar la estela funeraria romana de su Fuente Buena, pero no menos en la actualidad. El albergue para peregrinos de Calzada es un estupendo lugar para parar y descansar, no sin antes visitar el Centro de Interpretación de los Caminos Históricos, inaugurado en 2007, y, a modo de despedida, la exposición de fragmentos de antiguos miliarios que se encuentra en la salida del pueblo.